La calidad del aire es un aspecto crucial en el desarrollo de ciudades inteligentes. La implementación de tecnologías avanzadas en una Smart City permite monitorear y gestionar la calidad del aire de manera más efectiva, lo que conlleva varios beneficios para el bienestar de sus habitantes y el medio ambiente en general.
Algunas de las formas en las que las Smart Cities abordan la calidad del aire son:
Sensores de calidad del aire: Las ciudades inteligentes instalan una red de sensores de monitoreo de la calidad del aire en diferentes puntos de la ciudad. Estos sensores miden diversos contaminantes atmosféricos, como diversas fracciones de material particulado (PM10, PM2.5, PM1), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), ozono (O3) y monóxido de carbono (CO).
Estos sensores no tienen porque utilizar los sistemas de medida de referencia (cuyo precio es muy superior), ya que de lo que se trata es instalar un gran numero de sensores (mayor numero de datos ) y ver su correlación con las medidas obtenidas con los equipos de antes mencionados
Datos en tiempo real: Los datos recopilados por los sensores se envían a centros de control en tiempo real, lo que permite una supervisión constante de la calidad del aire. Esta información se puede compartir con los ciudadanos a través de aplicaciones móviles o sitios web para que estén informados sobre la calidad del aire en diferentes áreas de la ciudad. En algunos casos incluso (presencia de olores desagradables), el propio ciudadano puede activar alguno de estos equipos para poder obtener una muestra en el momento de máxima concentración (pico) detectada, pudiéndose posteriormente enviar dicha muestrea al laboratorio y obtener datos relevantes
Planificación urbana inteligente: Las ciudades inteligentes utilizan los datos recopilados para tomar decisiones informadas sobre la planificación urbana y el diseño de infraestructuras. Por ejemplo, pueden optimizar las rutas del transporte público para reducir las emisiones, o implementar zonas verdes para mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación.
Movilidad sostenible: Las Smart Cities fomentan el uso de transporte público, bicicletas y vehículos eléctricos, reduciendo así las emisiones de gases contaminantes y mejorando la calidad del aire en áreas urbanas.
Acciones preventivas: Con la información proporcionada por los sensores, las autoridades pueden tomar medidas preventivas para reducir la contaminación, como implementar restricciones temporales al tráfico o regular las actividades industriales.
En resumen, la implementación de tecnologías en una Smart City ayuda a controlar y mejorar la calidad del aire, lo que resulta en una ciudad más saludable y sostenible para sus habitantes.
En SXS Medioambiente disponemos de una amplia gama de equipos para la detección de los contaminantes más importantes así como también equipos para el muestreo de olores
El próximo mes de Octubre nuestra empresa participara en el 3er Congreso de calidad del aire en Sabadell y nuestros visitantes podrán ver algunas de las novedades que presentaremos en nuestro nuestro stand